El calentamiento global provocará una catástrofe humanitaria sin precedentes

    El Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la ONU (EHS) maneja unas cifras preocupantes: el más que posible aumento del nivel del mar, la imparable expansión de las zonas áridas y las cada vez más frecuentes inundaciones catastróficas provocadas por el calentamiento global contribuyen a un fenómeno de éxodo constante que ya ha obligado a emigrar a más de 25 millones de personas, y sus efectos obligarán a cientos de millones más a huir en las próximas décadas. El número de desastres «naturales» y desplazados medioambientales se ha multiplicado por diez desde los años 60, y su número aumentará hasta sumar otros 50 millones de personas en 2010.



    Janos Bogardi, director del EHS, advierte de que «al contrario que los refugiados políticos, los medioambientales no cuentan aún con programas de ayuda financiera ni asistencia sanitaria organizada, ni siquiera son tenidos en cuenta en las estadísticas».



    El número de refugiados reconocidos por la ONU supera los 19 millones de personas, entre desplazados políticos y bélicos, apátridas y asilados, de los cuales la mitad son menores de edad, según la ONG Save the Children, que ha denunciado recientemente que 48 millones de niños son víctimas de catástrofes naturales cada año.



    La mayoría de los refugiados «tradicionales» según la convención de Ginebra de 1951 cuentan con programas de ayuda internacional que pueden incluir cobertura de seguridad para su huida o traslado, alojamiento en campos de acogida temporal, alimentación, asistencia sanitaria y posteriores proyectos de desarrollo educativo, económico y social.



    El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) «sólo tiene competencias sobre los desplazados que buscan refugio por algún tipo de persecución política o militar», confirmó William Spindler, de la Oficina de Información del organismo.



    El hecho de que algunas catástrofes naturales como el tsunami asiático del año pasado, el huracán «Wilma» o el terremoto de Pakistán hayan tenido una gran repercusión mediática favorece que las ayudas se movilicen de forma rápida y efectiva. Sin embargo, la mayor parte de los perjudicados por el calentamiento global no cuentan con esta ventaja porque el proceso climático es lento y gradual, tanto en sus efectos negativos sobre la agricultura, la ganadería y la economía como en las migraciones que provoca, señala el EHS.



    «Tenemos razones más que fundadas para temer que el número de personas huyendo de condiciones climáticas insostenibles crecerá exponencialmente a medida que el mundo experimente los efectos del calentamiento global y otros fenómenos climáticos», asegura Bogardi. «Esta nueva categoría de refugiado necesita un lugar en los acuerdos internacionales. Hay que establecer sus requisitos de ayuda, similares a los de otras comunidades que huyen de situaciones inviables».



  • Fecha de la noticia: 2005-11-24
  • Fuente: Apecyl
  • Ambito: Internacional
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