La energía eólica podría generar una inversión de 800 millones en Asturias en el horizonte de 2010

Si bien el margen entre las dos cifras es amplio, de 500 millones de euros, esto se debe a la diferencia de previsiones entre el Gobierno central y el autonómico. En el plan energético nacional el Gobierno central calcula para la energía eólica en Asturias un potencial de 260 megavatios (MW), mientras que el Principado estima el potencial en 760 megavatios (MW). Un megavatio tiene un coste aproximado de 1,1 millones de euros, de ahí que según los datos del Gobierno central la estimación de la inversión resulte 300 millones de euros, y atendiendo a los del Principado, 800 millones de euros.


El director de prospectiva regulatoria de Iberdrola, Gonzalo Sáez de Miera, expuso ayer este análisis en El Franco. «En Asturias, en 2002 el 85 por ciento de la producción energética correspondía al carbón, el 7 por ciento a la hidráulica y el pequeño porcentaje restante a las energías renovables. Pero la situación va a cambiar, las renovables cubrirán el hueco», auguró Sáez de Miera. Lo mismo sucederá en el ámbito nacional. En 2010 las energías renovables ocuparán un porcentaje del 64 por ciento, frente al 80 por ciento de 2002. En este panorama, la energía eólica se presenta con más posibilidades que sus competidoras: las centrales minihidráulicas, la biomasa, la solar fotovoltaica y la solar termoeléctrica. «Las centrales minihidráulicas van regular por la oposición social de grupos ecologistas que genera. Es muy poca potencia y puede tener un impacto considerable. Lo ideal sería recuperar centrales antiguas», aclaró el director de prospectiva regulatoria de Iberdrola. «La biomasa está fatal en todo el mundo. No hay garantía de suministro de materia prima y las empresas necesitan, al menos, una garantía de 20 años para invertir. El compromiso siempre es de 3 o a lo sumo 5 años», concretó.


El potencial de estas energías renovables en el Principado de Asturias en el horizonte de 2010 resulta mucho menor que el de la eólica. Se calcula un potencial de 10 megavatios para la minihidráulica, que supondría una inversión de 12 millones de euros; entre 50 y 100 megavatios para la biomasa; 9 megavatios para la energía solar fotovoltaica, con una inversión de 54 millones de euros, y, por último, un potencial nulo para la solar termoeléctrica.