«Estamos a mitad de recorrido de nuestra capacidad eólica»

    El secretario general de la Asociación de Promotores de Energía Eólica de Castilla y León (Apecyl), que cuenta con 26 empresas asociadas, comenta en la entrevista el panorama del sector en la región y las posibilidades de futuro en el nuevo modelo energético nacional.
    >/br> -¿Cómo ha evolucionado la energía eólica en los diez años de vida de la asociación Apecyl?

    -La asociación empezó al inicio del desarrollo de la energía eólica en Castilla y León y en este tiempo, afortunadamente, la realidad ha superado las mejores expectativas que teníamos hace diez años, lo que ha puesto de manifiesto que acertaron los que en su día creían que la energía eólica tenía un futuro, entre ellos los empresarios y también la propia Administración y buena parte de la sociedad. La energía eólica, hace unos días, ha sido capaz, puntualmente, de entender más del 50% de electricidad del país y eso hace diez años era impensable. El esfuerzo de todos ha contribuido a que la gente valore esta energía que era una cosa nueva hace diez años. En Castilla y León, la Administración regional pensó que esto era una cosa buena, aquí fuimos de las primeras comunidades Autónomas en la que se apostó por esta manera de generar energía y acertamos. Los objetivos que teníamos hace diez años se han visto continuamente superados. El balance es positivo, aunque todavía estamos a mitad de recorrido de nuestra capacidad a medio plazo.

    -¿Cómo ven el futuro del sector eólico?

    -Existen ciertos nubarrones, que no dependen de Castilla y León sino de Madrid, y si se despejan en el horizonte las perspectivas no sé si serán buenas o malas, pero al menos nos permitirán aprovechar nuestro potencial. Castilla y León y el conjunto de España tienen la posibilidad de ir hacia un nuevo modelo energético nacional en el que no haya que importar energía de fuera y se reduzca el impacto sobre el medioambiente, sin contaminar y generando riqueza y recursos aquí. España ocupa una posición de liderazgo mundial y Castilla y León dentro de España. Si no ponemos palos en las ruedas, como ha pasado desgraciadamente en los últimos meses por parte del Gobierno, ésta será una buena ocasión para exportar no sólo la tecnología y productos que fabricamos aquí sino también el modelo de integración en la red y de funcionamiento de los parques. En estos momentos tampoco podemos aventurar el futuro porque depende de lo que los respectivos gobiernos quieran sobre el peso que tengan que tener las energías renovables dentro de la generación eléctrica.

    -¿Cuáles son esos nubarrones que atisban?

    -En estos momentos hay una demanda de energía eléctrica que además como consecuencia de la crisis se ha reducido notablemente. Recuperará, aunque se tardará en volver al crecimiento desbocado que había antes. España es una isla energética y es necesario cuadrar la demanda y oferta de energía. En la cesta de la generación de energía hay diversos actores, como la generación convencional, fundamentalmente contaminante aunque no la hidráulica; la energía nuclear, que tiene problemas por los residuos pero no emite CO2; el gas y el carbón, que sí emiten CO2 y el petróleo importado, aunque si se tiende al coche eléctrico cada vez la dependencia de él será menor. En ese modelo nosotros podemos aportar cada vez más a la generación de energía, aunque sea a costa de otros actores que generan energía contaminante, quemando gas o lo que sea. Ellos defienden sus intereses legítimos, pero si el Gobierno apuesta por las renovables debe ser consecuente con ello.

    -¿El próximo cierre de Garoña también abre nuevas posibilidades a la energía eólica?

    -En Garoña la generación de energía es pequeña, no produce mucho. Nosotros no ponemos en cuestión que las renovables deben convivir en armonía con otros sistemas de generación de energía porque no es capaz de garantizar al cien por cien siempre y en todas las condiciones la demanda de energía. Entendemos que en este momento no hay razones para prescindir de la energía nuclear porque da una garantía de suministro y no emite CO2 con el problema medioambiental que ello conllevaría. Además, evita tener que depender del petróleo y de terceros países. Es cierto que tiene otras limitaciones, un problema de residuos y cierta mala prensa, probablemente en estos momentos no justificada.

    -¿Qué empleo e inversión supone la energía eólica en la región?

    -La inversión se cifra entre 1,3 y 1,4 millones de euros por megavatio instalado. Si en Castilla y León se habla de instalar 7.000 megavatios eso supondrá más de 9.000 millones de euros. Eso sería como dos Planes E. La mitad de ello ya se ha ejecutado y el resto está aprobado administrativamente y pendiente de ejecutar a expensas de que el Gobierno desbloquee la situación. Como consecuencia de este parón se han producido despidos en fábricas de componentes eólicos, aunque el sector da ocupación a más de 5.000 personas en la comunidad y nosotros contamos con duplicar esa cifra en los próximos años si las cosas evolucionan bien.

    -¿El pero que se le puede poner a la energía eólica es el impacto sobre la avifauna?

    -No, en eso yo discrepo. El principal problema que se puede poner a las energías renovables es el de que no puedes conseguir que el viento sople cuando quieras. El tema del impacto sobre la avifauna está injustamente sobredimensionado. Un estudio realizado en Estados Unidos demuestra que el impacto de los aerogeneradores es del 0,0005% de la mortalidad de las aves. Siete mil aves frente 1.500 millones de aves muertas por otras causas antropogénicas. Mueren cientos de veces más aves estrelladas contra las ventanas que en los parques eólicos.



  • Fecha de la noticia: 2009-11-23
  • Fuente: Apecyl
  • Ambito: Regional
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