El sector eólico se prepara ya para el después del R.D. 667/2007

La presentación de la Wind Power Expo de Zaragoza, quedó en un segundo plano con la rabiosa actualidad del sector eólico, cuyo elemento principal ha sido el dictado por el del Real Decreto Ley 6/2009 y la introducción del Registro de Preasignación al sector eólico. En esto, el presidente de la AEE reafirmó la posición del sector de disconformidad con las formas con las que el Ministerio de Industria ha cambiado las reglas en medio del partido.

En todo caso, también reconoció que, para el sector eólico, el anterior marco (consistente en fijar un año de transición a partir del cumplimiento del 85 %) podía llevar a que en el año de transición determinados proyectos no entrasen en el modelo retributivo actual, lo que generaría incertidumbre retributiva a esos proyectos. Este problema lo arregla la solución implantada por Industria, lo que calificó de “positivo”. El sector estaría en estos momentos a punto de llegar a ese 85 %, según sus datos.

Este Real Decreto Ley también ha aminorado el papel de las Comunidades Autónomas en lo que es la gestión de las energías en régimen especial. Hasta el momento, Industria recibía la información de los proyectos una vez terminados e inscritos y la capacidad de previsión y control del Ministerio era reducida. Por ello, la Directora General de Energía de Aragón, Pilar Molinero, confirmó que no fueron consultados desde Industria para la introducción de esta normativa y que han solicitado una reunión al Secretario de Estado para tratar estas cuestiones.

Por su parte, Donoso señala que ya hay conversaciones con la Secretaría de Estado de Energía para abordar el siguiente tramo de capacidad destinada al sector eólico, es decir, la fijación de nuevos objetivos y un nuevo marco de primas en el que espera y pide consenso. Donoso, apunta por alcanzar los 40.000 MW, aunque matiza que el sector eólico no quiere ni burbujas, ni depresiones, de forma que su objetivo es un crecimiento medio anual de 2.000 MW, o dicho de otra forma, el necesario para seguir creciendo a un volumen semejante al que se ha venido produciendo en estos años. Del mismo modo, aboga por una estabilidad regulatoria mínima, de forma que la normativa del nuevo marco no sea en ningún caso retroactiva.

Entre las cuestiones que se deben tener en cuenta de cara al nuevo marco retributivo en el que se fijen nuevos objetivos de capacidad para el sector están cuestiones como la repotenciación de los parques (para lo cual pide un marco estable y predecible), o el hecho de que los nuevos parques no tendrán emplazamientos con tanta capacidad de producción, al contar con menos horas equivalentes, además de que se han elevado los costes de conexión de los parques.

Señaló que el impacto principal de la crisis para el sector eólico está en la financiación y que el sector lo aborda con respuestas como la concentración empresarial, los esfuerzos en eficiencia y el desarrollo en nuevos mercados. En referencia a los aspectos financieros y al endurecimiento de los procesos de «project finance», consideró que se debería habilitar una línea específica de crédito o de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para proyectos de energías renovables.