Los ingenios marinos salvan a la industria eólica avilesina de la moratoria renovable

    El varapalo que supondrá la moratoria para las empresas que durante la última década prosperaron gracias al negocio del viento -como la avilesina Windar Renovables- podría ser demoledor de no ser porque algunas, entre ellas las asentadas en la comarca, han demostrado un gran olfato anticipándose a la evolución del mercado y diversificando sus actividades para entrar, por ejemplo, en el sector de la eólica marina, con gran potencial en aguas del norte de Europa.
    Windar Renovables (68 por ciento propiedad del Grupo Daniel Alonso y 32 por ciento en manos de la multinacional vasca Gamesa) exporta hoy mismo el primer gran ingenio construido en sus talleres del parque empresarial de la ría. Se trata de una base de acero («jacket» en la jerga eólica) de 671 toneladas que una vez fondeada en aguas próximas a Noruega servirá de sostén a una estación marina para la recepción y distribución de la electricidad que generarán los aerogeneradores a colocar a su alrededor. Es decir, la estructura construida en los talleres avilesinos de Windar Renovables sostendrá el peso del centro neurálgico de un parque eólico marino. Según fuentes de la empresa, esta primera entrega no será la última pues hay buenas perspectivas de obtener más contratos.



  • Fecha de la noticia: 2012-02-05
  • Fuente: Apecyl
  • Ambito: Local
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