Los aerogeneradores urbanos pueden cubrir hasta el 70% del consumo medio de una familia española

A pesar de que se encuentra en pleno proceso evolutivo esta variante de la energía eólica presenta un buen número de ventajas, como suministrar electricidad en lugares aislados y alejados de la red eléctrica, causar mucho menos impacto visual que las máquinas grandes, generar energía junto a los puntos de consumo, que reduce pérdidas, ser accesible a muchos usuarios, sin necesitar obra civil, y funcionar con vientos moderados y sin estudios de viabilidad complicados.

Luis Unceta, fundador de UNCETA ECOSOLUTIONS, explica que «la situación de sector es crítica». «Al no tener un marco regulatorio ni retributivo propio muchas inversiones previstas están paralizadas, esperando a que la minieólica se incluya en el Plan de Energías Renovables 2011-2020», añade.

Sin embargo, apunta Unceta, «desde el punto de vista de aplicación y mercado, la situación es muy esperanzadora, ya que si se dieran las condiciones adecuadas administrativas se podría desarrollar esta fuente de energía en muchos campos hasta hoy impensables, como el entorno urbano, el industrial, centros de trabajo o de ocio». De hecho, «existen empresas españolas bien posicionadas en el proceso de lanzamiento de esta tecnología, que hasta ahora han basado su producción en la exportación. También existen proyectos tecnológicos en I+D para lograr prototipos más eficientes».