La energía eólica impulsa su crecimiento tras tres años de parón

    La industria de la energía eólica, que hasta el 2012 mostró un crecimiento continuo, se ha frenado en los últimos tres años, debido a los cambios regulatorios. Es lo que afirman la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).

    «En esos tres años, las empresas del sector eólico dejaron de ingresar 630 millones de euros por la diferencia entre las previsiones de precios del mercado eléctrico del regulador y la realidad», dice Heikki Willstedt, director de políticas energéticas de la AEE.

    La APPA y la AEE coinciden en que la moratoria impuesta por el gobierno en el año 2012 para frenar la instalación de nuevos aerogeneradores estancó el desarrollo del sector. La reforma del ministerio de Industria, Energía y Turismo tenía como fin eliminar el déficit de tarifa que el sistema eléctrico arrastraba desde el 2005.

    Según datos oficiales, el coste de la producción de la electricidad era de 22.500 millones de euros, mientras que los ingresos suponían 18.000 millones. «Se culpó al sector renovable de todos los males y ha cargado con casi todo el peso», dice José María González Mora, director de APPA.

    Subastas

    Desde entonces el sector ha permanecido en el letargo hasta que en enero del 2016 se celebró la primera subasta en la historia del país, en la que se adjudicaron 500 MW eólicos nuevos. En mayo de este año, en una nueva puja, se sumaron 2.979 MW más para los aerogeneradores.

    Las asociaciones de empresas eólicas aseguran que las subastas podrían darle un nuevo dinamismo al sector. Sin embargo, gran parte de la potencia adjudicada no se ha instalado todavía. «De estos casi 3.500 MW nuevos, se han puesto en marcha 90 MW. No es una potencia significativa», dice González Mora.

    El frenazo de la industria eólica se nota al comparar los dos últimos trienios. Entre 2010 y 2013 se instalaron 2.334 MW de potencia, mientras que entre 2013 y 2016, solo 66 MW. A pesar del lento desarrollo de los últimos años la eólica es la más importante de las renovables en el país y la segunda proveedora de energía para el sistema eléctrico nacional.

    A finales de julio se subastarán entre 2.000 y 3.000 nuevos MW. «Se prevé que la instalación de los nuevos proyectos de las subastas supondrá inversiones en un rango entre los 3.000 y los 4.500 millones de euros, así como la creación de entre 20.000 y 30.000 empleos directos e indirectos en el periodo de instalación 2018-2019», dice Willstedt. Las nuevas adjudicaciones no recibirán ayudas del Estado, asegura la APPA.

    Por otro lado, las asociaciones reclaman un calendario de subastas que permita a las empresas preparase para las pujas e indican que la política del gobierno de cambiar la rentabilidad razonable para las empresas involucradas en la producción cada seis años afecta a la rentabilidad del sector. Según cálculos de la AEE, el ministerio ha vuelto a usar como referencia un precio de 52 euros por MW hora para calcular los ingresos de los parques a partir de 2020. Como consecuencia la eólica ingresaría unos 400 millones de euros menos de lo que correspondería. Es decir, un 38% menos de lo previsto.

    La exportación da un respiro al sector

    La industria eólica con fabricación en suelo español ha exportado la totalidad de su producción desde que se impuso la moratoria, según AEE. En 2016, las exportaciones alcanzaron 2.574 millones de euros, colocando a España como cuarto exportador de aerogeneradores en el mundo.

    AEE asegura que solo un mínimo se queda en el país para dar mantenimientos a los parques existentes.

    Los objetivos al 2020 en la UE

    Para el año 2020 el 20% de la energía utilizada en España debería provenir de fuentes limpias, como propone el acuerdo entre los estados miembros de la Unión Europea. Las asociaciones de empresas eólicas creen que este sector lleva retraso para cumplir la meta.

    «En 2015, cuando el gobierno envió a Bruselas la Planificación Energética con la que pensaba cumplir los objetivos a 2020, decía que necesitaba 8.500 MW adicionales renovables (de los que 6.400 MW deberían ser eólicos). Desde entonces no se han instalado ni 100 nuevos MW», dice Willstedt, y asegura que el resultado final dependerá de la próxima subasta y del ratio de realización de las instalaciones adjudicatarias. El informe anual de la AEE afirma que el 2016 debió haber terminado con 2.553 MW más de lo que se registró.

    Más allá del 2020, las eólicas ven optimismo el futuro de la industria. «El panorama es esperanzador. Tenemos objetivos al 2050 derivados del acuerdo de París. Lo que es claro es que todo lo que se haga a nivel energético tendrá que ser renovable», dice González.



  • Fecha de la noticia: 2017-07-17
  • Fuente: Expansión
  • Ambito: Regional
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