La desgravación de ahorro energético se estrenará con un efecto limitado

    No es una medida general en la que un contribuyente que haya instalado, por ejemplo, sistemas para introducir burbujas de aire en el agua que sale del grifo y disminuir así el caudal del chorro o paneles solares en su vivienda, pueda desgravarse ese 5% que permite la Junta con presentar la factura del gasto. La Ley de Medidas Financieras para 2010 que se aprobó hace ahora justo un año recogía la letra pequeña de este beneficio fiscal al circunscribir los beneficiarios de esta desgravación a los ciudadanos que se han acogido a los planes oficiales de rehabilitación de viviendas. O sea, los que hayan tramitado y superado el proceso de una ayuda para rehabilitación de vivienda con la Consejería de Fomento. En concreto para obras iniciadas a partir del 1 de enero de 2010 y que tienen que contar con la calificación definitiva y el reconocimiento del derecho a la desgravación de Fomento.

    Fuentes autonómica confirman que a 31 de diciembre había «pocos» reconocimientos «previos» de acceso a esta desgravación. ¿Por qué? Buena parte de las obras certificadas como acabadas en 2010 se iniciaron en 2009 o antes. El proceso desde que se pide la ayuda hasta que se culmina la obra y se obtiene la calificación definitiva que permite cobrar la ayuda puede superar los dos años. El procedimiento para acceder a esta subvención requiere, una vez que se cumplen los requisitos, la presentación de un proyecto o presupuesto a la Administración, trámite tras el cual se hará una calificación provisional previa al comienzo de las obras. Una vez acabada la reforma, el dueño solicitará la calificación definitiva, antesala de la percepción de la ayuda.

    Tampoco ha contribuido a dar publicidad y a agilizar los trámites administrativos necesarios para beneficiarse de esa desgravación el hecho de que el decreto que regula la obtención de ese «reconocimiento previo» imprescindible no haya visto la luz hasta el 3 de diciembre.

    Dudas en el CES

    El Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León valoró positivamente la desgravación, pero ya mostraba sus dudas sobre la «real incidencia económica» de la novedosa deducción en octubre de 2009, a la vez que estimaba «necesaria la pronta elaboración del reglamento que desarrollará los procedimientos para el reconocimiento previo de que al inversión cumple los requisitos para que se aplique la deducción».

    Hasta el 21 de octubre pasado, casi diez meses después de que empezara el año y con él entrara en vigor la desgravación, no entró en el CES, para su informe, el decreto de la Consejería de Hacienda para regular el reconocimiento del derecho a la desgravación, informe que se requirió con «urgencia», puesto que había que aprobar la normativa antes de que acabara el 2010.

    Garantía de aplicación

    Sobre el decreto que regula el reconocimiento previo imprescindible para desgravarse luego en la Declaración de la Renta, el CES sí valora positivamente el hecho de que en el mismo impreso en el que se pide la calificación definitiva de una obra que se acoge a las ayudas de rehabilitación se pueda solicitar también la certificación para acogerse al beneficio fiscal. «Se ha planteado de la forma más sencilla posible para el ciudadano», explican fuentes de la Consejería de Hacienda que dirige Pilar del Olmo. Sobre la demora en aprobar el decreto explican que optaron por esperar a ver si se aclaraba el panorama normativo estatal en materia de vivienda que había desde primeros del año pasado, al tiempo que destacan que la fecha de aprobación «no perjudica a nadie que tenga derecho» a desgravarse.

    La Consejería de Fomento concedió 3.105 ayudas de rehabilitaciónen 2009 y, en 2010, los datos provisionales constatan más de 7.000. Esta cifra incluye solicitudes de particulares y también de comunidades de vecinos. Aproximadamente la mitad de estos expedientes están motivados por mejoras de eficiencia energética (en su mayoría cambio de ventanas).

    Los ciudadanos que se podrán beneficiar de la desgravación autonómica que entró en vigor en 2010 están en ese grupo. De él hay que restar a los que son comunidades de vecinos. De los particulares hay que quitar a los que han hecho en sus domicilios mejoras de accesibilidad y obras para afianzar la seguridad y la estanqueidad de las viviendas. Quedan los contribuyentes que han efectuado reformas orientadas a la eficiencia energética desde el 1 de enero y que cuentan con el reconocimiento de finalización antes del 31 de diciembre. La Ley de Medidas que daba cuerpo a la desgravación la aplica en la instalación de paneles solares para producir agua caliente sanitaria, en «cualquier» mejora en los sistemas de instalaciones térmicas que incrementen su eficiencia energética o la utilización de energías renovables y también en la mejora de instalaciones de suministro o mecanismos que favorezcan el ahorro de agua potable o la construcción de redes de saneamiento que propicien la reutilización de las «aguas grises» que acaban marchándose por los desagües de fregaderos, lavabos y duchas y bañeras.

    Del alcance real de la desgravación estelar de 2010 no habrá confirmación hasta que finalice la campaña de la Renta que se iniciará la próxima primavera y se hagan las cuentas reales.



  • Fecha de la noticia: 2011-01-03
  • Fuente: Apecyl
  • Ambito: Regional
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