ENTREVISTA A RICARDO GONZÁLEZ MANTERO, Director General de Energía y Minas de la Junta de Castilla y León

    Llevamos muchos años escuchando aquella frase de que el esquema energético basado en el consumo de combustibles fósiles como el petróleo es insostenible a largo plazo ¿qué papel juegan en este campo las energías renovables y cómo está situado, desde su punto de vista, el grado de implantación de este tipo de energías limpias a nivel regional?
    La sociedad necesita energía para su normal funcionamiento, de hecho es uno de los factores clave para conocer su grado de desarrollo.
    Y si bien partimos de básicamente tres fuentes energéticas: combustibles fósi-les, uranio y los distintos recursos renovables, la diferente forma en la que con-sumimos energía: electricidad, calor o transporte, hace que la consideración general sea algo más compleja.
    Durante estos últimos años a nivel internacional y en especial en nuestro país y comunidad autónoma, se ha logrado, gracias a una favorable combinación de circunstancias regulatorias y de mercado, una más que relevante penetración de las energías renovables (la participación de las renovables con respecto al consumo final en Castilla y León es casi del 26%) y sobre todo en lo que se refie-re a producción de electricidad.
    Sin embargo, de momento no hemos logrado ese nivel de penetración ni en el transporte, ni en los usos térmicos, en donde el consumo de combustibles fósi-les es aún mayoritario y en los que, desde la Administración regional, estamos tratando de poner vías de cara a obtener niveles de penetración de renovables análogos a los de electricidad.
    En resumen, tanto para España como para Castilla y León, el desarrollo de las energías renovables supone un menor uso de las fuentes fósiles, pero todavía nos queda un largo aunque estimulante camino en usos térmicos (fundamen-talmente basados en la biomasa y la geotermia) y el transporte, como el impor-tante impulso y apoyo que se está dando al coche eléctrico en nuestra Comunidad Autónoma, una de las líderes en esta tecnología.
    ¿Qué aporta la energía eólica a Castilla y León en términos económicos y me-dioambientales?
    Contando con lo que actualmente está en funcionamiento y en fase de instala-ción, que está prevista su puesta en marcha antes de finalizar el año, Castilla y León tiene un total de 5.555 MW operativos, lo cual ha conllevado la creación de un importante tejido industrial asociado en el cual se han fabricado diversos componentes como torres, palas, góndolas, sistemas de control, elementos de fundición, etc, siendo algunas de esta fábricas referentes internacionales en el sector, y manteniendo en la Comunidad a día de hoy un empleo superior a las 1.500 personas.
    Durante todos estos años las inversiones han sido cuantiosas, el número de profesionales que han participado ha sido enorme y el trabajo realizado, bien en montaje, bien en fabricación de equipos, bien en su operación, manteni-miento y seguimiento diario ha resultado muy relevante.
    Así, mención especial merecen estas tareas de operación, mantenimiento, se-guimiento y conservación de las instalaciones, ya que están siendo un impor-tante nicho de empleo que cada año se va incrementando. Se puede considerar que existen en el entorno de 1.400 empleos en estas tareas en nuestra Comu-nidad Autónoma.
    Ambientalmente, se ha hecho un buen y respetuoso trabajo, pues si bien ha habido algunos problemas en contadas instalaciones, comparando con el total de las mismas, el resultado no puede ser más que positivo.
    Por aportar datos, según las indicaciones del Plan eólico, más del 96% de los parques eólicos en funcionamiento están situados en áreas consideradas como de sensibilidad baja o media y los 5.555 MW en funcionamiento evitan más de 4,5 millones de toneladas de CO2 , que es el equivalente de plantar más de 2 millones de árboles.
    Pero creo que la cuestión quizás no es lo que nos aporta hoy la energía eólica, sino lo que nos aportará en el futuro. Un futuro en el que las reglas de juego no serán, ni por otro lado pueden ser, las mismas con las que hemos jugado en el pasado. En cierto modo, todos nos tenemos que reinventar en un entorno en el que hay que competir en precio, en calidad de suministro, etc.
    Estoy seguro de que nuestras empresas y profesionales, con varios miles de ae-rogeneradores a sus espaldas, deberían estar en la élite internacional en un sector en el que la salida al exterior y la adecuada explotación de las maquinas serán los factores de éxito.
    Según un informe elaborado recientemente por el Ente Regional de la Energía la eólica genera en Castilla y León más del 30% de la electricidad producida, dupli-cando a la generada por la nuclear y multiplicando por cuatro a la térmica del car-bón. Bajo esta perspectiva ¿cree usted que es positivo gravar a nivel autonómico la producción de renovables a través de la famosa ‘ecotasa’?
    Me gustaría en primer lugar indicarle que estos datos corresponden al resumen anual del año 2010, el cual fue un año anómalo en nuestra Comunidad Autó-noma ya que la producción de las térmicas de carbón fue menor de lo normal debido a que durante muchos meses han estado paradas.
    Trasladando su pregunta con los datos anuales del año 2011, la eólica genera en Castilla y León en el entorno del 26% de la electricidad producida, las térmi-cas en el entorno del 35% y la nuclear en el entorno del 11%.
    Vivimos circunstancias excepcionales de las que, es cierto, muchos de nosotros no somos responsables. Una vez dicho eso, el sector de las renovables ha de entender que no puede quedarse al margen de la situación de sacrificio gene-ral, así de sencillo.
    ¿Cómo valora el Proyecto de Ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética planteado por el gobierno nacional?, ¿cómo afecta a nuestra comuni-dad?
    Reitero la idea anterior de que estamos en una situación extraordinaria, en la que cualquier iniciativa ha de ser valorada en función de esta situación.
    Esto desemboca en que ya no se trata de acertar, sino de elegir el menor error, máxime si, además, consideramos la ingente cantidad de intereses que se dan en el sector. Intereses tan lícitos y legítimos como contrapuestos.
    ¿Conoce el proyecto de reforma energética alemán “Energiewende” a través del cual se pretende generar el 80% de la electricidad a través de renovables a par-tir de 2050? ¿Ve posible que algo parecido pueda llegar a suceder en España y más concretamente en Castilla y León?
    Estamos convencidos de que a largo plazo una cuota cada vez más mayoritaria de la electricidad será generada mediante energías renovables, dado que el po-tencial de recursos naturales supera en decenas de veces nuestro consumo.
    Ahora bien, eso ocurrirá si y sólo si se resuelven dos premisas: el coste de gene-ración y la gestionabilidad.
    En este sentido la pregunta quizás había que trasladarla también al propio sec-tor, en el sentido de si ha dedicado (o está dedicando) suficiente esfuerzo y re-cursos a atender estas dos premisas, ya que de su contestación y nivel de es-fuerzo dependerá que podamos, o no, alcanzar ese futuro.
    ¿Sobre qué proyectos de futuro trabaja actualmente la Dirección General de Energía y Minas y el EREN para los próximos años, en relación a la eólica?
    Cualquier política de una administración pública ha de basarse tanto en el co-nocimiento de las necesidades de los diferentes sectores en cada momento, como en las competencias que legalmente se posean.
    Durante todos estos años hemos entendido que la principal demanda / necesi-dad ha sido, de un lado, racionalizar los varios miles de solicitudes que nos han ido llegando, y de otro, apoyar el traslado del impulso a la eólica a la realidad industrial de la Comunidad, es decir, favorecer la fabricación en Castilla y León, como fuente de empleo y actividad económica.
    Respecto de lo primero, no sólo dan cuenta los resultados de tener en el entor-no del 25% de la potencia instalada en España (el 50% de la instalada en España en los últimos dos años), sino que del trabajo ya realizado también saldrán, si el mercado lo permite, las instalaciones eólicas que se pondrán en marcha duran-te unos cuantos años a partir de ahora.
    Respecto a lo segundo anotar el dato de que en Castilla y León, salvo el genera-dor y algún componente más, prácticamente todo un aerogenerador podría construirse en nuestra Comunidad Autónoma con fábricas de primer nivel in-ternacional.
    De cara al futuro, independientemente del trabajo de racionalización de las so-licitudes de parques eólicos, en el cual habrá que incidir de manera especial en los parques más eficientes energéticamente, o la insistencia respecto a la Ad-ministración nacional sobre la importancia del sector industrial asociado a la eólica, creo que hay dos demandas en las que deberíamos centrar nuestra atención en el futuro.
    El creciente desarrollo del concepto del autoconsumo, pensando en grandes demandas, puede suponer una oportunidad para las instalaciones eólicas me-dianas y pequeñas, que de no ser aprovechadas por ellas, sin duda lo serán por otras tecnologías como la fotovoltaica, cuya reducción de precios la hace espe-cialmente atractiva.
    En ese sentido, una labor de comunicación y difusión de esta tecnología, unida a la facilitación de financiación en términos interesantes de los primeros pro-yectos, sería una de las líneas de trabajo.
    La segunda línea sería en relación con la mejora de la gestionabilidad de las ins-talaciones, si bien en este caso seremos dependientes en nuestras acciones de lo que puedan proponer las empresas, al ser ellas quienes poseerán la tecnolo-gía para poderlo llevar a cabo.
    En la situación de crisis mundial en la que nos encontramos, muchas empresas del sector que años atrás han realizado importantes esfuerzos en materia de I+D+i se encuentran ahora a las puertas del cierre, ERE o reducción de plantilla. ¿Qué les diría para animarles a seguir adelante y continuar invirtiendo en investigación so-bre renovables?
    Aunque resulte difícil exponerlo en estos términos, todas las crisis brindan oportunidades a las empresas, y es posible que algunas, no todas, logren salir de la misma en una situación mejor de la que entraron.
    Para ello es necesario hacer el trabajo bien, y eso pasa por ser lo más flexible posible y por trabajar mediante el I + D + i en mejores productos y servicios, porque si no se hace así, más tarde que temprano, simplemente se está en situación de pérdida de competitividad.



  • Fecha de la noticia: 2013-01-31
  • Fuente: Apecyl
  • Ambito: Regional
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