El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, protesta ante Moncloa por la retroactividad de las renovables

    Un portavoz de la embajada estadounidense en Madrid ha confirmado que el Gobierno de Barack Obama ha comunicado a Moncloa su preocupación por la falta de estabilidad regulatoria existente en diferentes sectores de la economía española. También reconocen que se ha contactado “en muchas ocasiones” con diferentes asociaciones para expresarles esa inquietud. El propio embajador estadounidense, Alan D. Solomont, lo ha dejado claro recientemente al acusar a España de discriminar a las empresas estadounidenses en los contratos públicos, con las consecuencias económicas que podría tener ese comportamiento “desleal”.

    El pasado 7 de mayo, Joe Biden aterrizó en España procedente de Bruselas. Visita relámpago de 48 horas para despachar con el Rey ese mismo viernes (en la víspera de que el Monarca fuera intervenido por sorpresa en Barcelona) y para almorzar con el presidente Rodríguez Zapatero el sábado. El encuentro, el más importante de un dirigente de EEUU desde 2001, servía para repasar la agenda bilateral de los dos países. Y entre los puntos a tratar, al margen del agradecimiento por el compromiso en Afganistán, el de las energías renovables, el mismo por el que llamó a finales de abril, después de que trascendieran los planes de Industria que alarmaron a todo el sector.

    Desde la legación de EEUU se explica el contexto de lo tratado: “Nuestras empresas se han quejado de haber sido perjudicadas y discriminadas en España, sobre todo en algunos sectores en los que se necesitan licencias, permisos o se depende de la regulación. Nuestro temor de que esa queja pueda llegar al Gobierno o al Congreso americano y empeorar la situación de las empresas españolas en Estados Unidos. Hasta ahora, la entrada en nuestro mercado en sectores como el de las renovables ha sido bastante fácil”. En todo caso, sí quiso dejar claro que se trata de contactos normales entre los dos países y que “no es un elemento de gran conflicto”.

    Esa confianza reclamada ahora fue la que saludaron con entusiasmo las empresas de renovables españolas con la llegada de Obama a la presidencia de Estados Unidos. Traía bajo el brazo un Plan de Estímulo para cubrir con energías limpias el 25% de la demanda de electricidad en Estados Unidos en 2025. Y dinero. 15.000 millones de dólares para los próximos diez años. Por si fuera poco, se había cansado de poner a España como ejemplo de liderazgo en energías renovables. En la primera adjudicación de fondos del Ejecutivo norteamericano, Iberdrola se adjudicó 207 de los 353 millones de euros que se repartían para financiar cinco parques eólicos en Texas, Minnesota y Oregón.

    No es un caso aislado. Juan Verde, asesor de Obama, aseguró en una conferencia pronunciada esa semana en la Comisión Nacional de la Energía (CNE) que la Administración estadounidense ha adjudicado a empresas como Abengoa Solar, Acciona, Iberdrola y Gamesa proyectos por más de 4.000 millones de dólares en los últimos 18 meses. Eso sí, hizo hincapié en que los intercambios deben de ser mutuos y las relaciones de igual a igual. Fuentes conocedoras de las relaciones bilaterales explican a El Confidencial que el fiasco regulatorio en España complica la vida a Obama en su apuesta renovable a la española, siempre con el lobby petrolero al acecho.



  • Fecha de la noticia: 2010-05-27
  • Fuente: Apecyl
  • Ambito: Local
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