El timo-mito ecológico. Zapatero a sus ministros: “Yo soy el más antinuclear de los aquí presentes”

    Durante toda la legislatura, el Gobierno Zapatero ha vendido electricidad verde, ecología ante todo, especialmente ciclo combinado y eólica, convertida en un verdadero icono de la modernidad socialista en materia energética. El paisaje en la España de ZP son aerogeneradores blancos pegados a las carreteras. El gran objetivo gubernamental era Kyoto, y los malvados, aquellos países que no se esforzaban por cumplir con Kyoto. A las eléctricas no les importaba en absoluto. Incluso las compañías, especialmente Iberdrola, comenzaron a hablar de energía verde, y toda su imagen corporativa se enraizó en el respeto al medio ambiente y en la prioridad absoluta del Protocolo de Kyoto. Era lógico, iban a producir energía más cara pero la diferencia se la iba a pagar el estado, es decir, el ciudadano.


    No obstante, ante las presiones de la industria nuclear, y ante el próximo vencimiento del ciclo de vida de muchas centrales nucleares, el Gobierno decidió abrir un “debate” público sobre la energía nuclear. Como todos los técnicos aconsejaban la ampliación del parque nuclear, o al menos el fortalecimiento del ya existente, todo el mundo pensó que se trataba de una excusa para mantener el parque nuclear. Por su parte, las eléctricas, así como la constructora Acciona, que tras Iberdrola es el líder en la energía nuclear, estaban felices: viento y sol, constituían el futuro. José Manuel Entrecanales e Ignacio Galán no dejaban de enseñar las cifras que demostraban un aumento imparable de las energías renovables.


    Pero lo de la nuclear se iba a hinchar aún más. Hace seis meses, la vicepresidenta primera del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, convertida al socialismo verde, anunciaba que, aún pendientes del famoso debate nunca iniciado, el objetivo del Gobierno era la sustitución de la energía nuclear. Un detalle, por el momento la central nuclear de Santa María de Garoña, que vence en 2009, no tiene permiso para alargar su plazo de vida de los 40 a los 60 años, cuando la empresa consideraba que el permiso era cuestión de tiempo.


    ¿Qué había ocurrido? Pues que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha convertido a ZP en un entusiasta de la energía eólica y solar. Es más, las declaraciones de De la Vega se produjeron inmediatamente después de un Consejo de ministros en el que el titular hizo una profesión de fe verde y ecológica, y sorprendió a los ministros más sensatos del ejecutivo con la siguiente declaración. “Yo soy el más antinuclear de todos los aquí presentes”. Y tras semejante anatema contra la fisión del átomo, concluyó que “el objetivo de este Gobierno es desmantelar el parque nuclear”.


    ¿Cómo repercute esto en el bolsillo de los ciudadanos? Pus muy sencillo. Como ya hemos informado, el coste medio de 2006 del kilovatio/hora producido, prescindiendo, que es lo que nunca se hace, de las subvenciones públicas, es de 15 céntimos de euro por kWh para la nuclear y el carbón, de 28 para el kWh producido por gas y de entre el 40 y el 60 céntimos el producido por viento, sol o biomasa. No olvidemos, además, que las centrales nucleares, así como la mayoría de las térmicas de carbón, ya están amortizadas.
    Dicho de otra forma, si no fuera por los impuestos que pagamos los españoles, la energía eólica y la solar serían una ruina. Sin embargo, ha enriquecido a muchas empresas.


    Por el contrario, los países punteros de Europa utilizan la energía nuclear y el carbón –y el gas. No lo olvidemos- como el eje de su suministro energético, mientras las renovables son el complemento para regular una producción que no es almacenable. En 2006, los españoles pagaron más de 3.000 millones de euros en déficit de tarifa, que fueron a parar a las compañías eléctricas. Este año, la cifra podría aumentar. Y por señalar con el dedo: la que más subvenciones recibe es la energía solar –la favorita de Narbona y ZP-, seguida de la biomasa y la de los molinillos.



  • Fecha de la noticia: 2007-08-14
  • Fuente: Apecyl
  • Ambito: Nacional
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