El primer parque eólico de Cantabria es una realidad desde hace dos meses

El parque eólico de Cañoneras ve la luz casi diez años después de iniciarse las primeras mediciones de viento y las gestiones con las juntas vecinales propietarias de los terrenos. A lo largo de este periodo de tiempo el Gobierno regional aprobó, en el año 2001, una moratoria que suspendió la instalación y la tramitación administrativa de los parque eólicos por razones paisajísticas y culturales.

Ubicadas en el municipio de Soba, las veintiún unidades de aerogeneradores de 850 kilowatios instaladas en Cañoneras generarán, en esta primera fase, una potencia de 17,85 megavatios. En la segunda fase, cuyas obras se inician este año, está previsto ampliar la potencia hasta los 32,3 megavatios autorizados y el número total de aerogeneradores instalados será de 38.

La entrada en funcionamiento de la primera fase del parque eólico de Cañoneras permite producir una energía equivalente a 3.761 toneladas de petróleo y abastecer el consumo de 13.700 hogares de Cantabria. Cuando se ejecute en su totalidad, el parque producirá la energía equivalente a 7.500 toneladas de petróleo o lo que es lo mismo, permitirá abastecer de energía a 27.200 hogares de Cantabria. Esta energía va desde el molino al centro de transformación y desde allí a la red de alta tensión de Enel, compañía que lo comercializa.

El funcionamiento de la primera fase del parque evitará la emisión anual a la atmósfera de 25.365 toneladas de CO2 . Los aerogeneradores instalados en los montes de Soba, fabricados por Gamesa, empresa radicada en Cantabria, tienen una altura de 44 metros, mientras que la longitud de las palas es de 25,3 metros. Se ha realizado también un seguimiento arqueológico que ha corrido a cargo de la empresa Tanea y un seguimiento ambiental del proyecto que ha realizado Teican Ambiental.

La puesta en marcha de estas instalaciones ha creado puestos de trabajo directos e indirectos. Se generarán también ingresos económicos durante treinta años para el Ayuntamiento de Soba y las juntas vecinales.

En el año 1999 se realizaron las primeras mediciones de viento y un año después el BOC publica el Decreto que regula el procedimiento para autorizar los parques eólicos. En 2002 se aprueba el Plan Director Eólico presentado por Eólica 2.000, lo que permitió continuar con la tramitación. En el año 2003 se obtiene la Estimación de Impacto Ambiental Aprobatoria, la autorización administrativa y se aprueba el proyecto de ejecución. En el periodo 2004-2006 se concedió la autorización para ocupar los montes y se obtienen las licencias de obras, la aprobación del proyecto de la línea de alta tensión y el resto de las autorizaciones necesarias. Finalmente, en 2006 comienza la construcción y se solicitó realizar el proyecto en dos fases debido al elevado viento de algunos emplazamiento.