El Gobierno aprueba un tributo único del 6% a la producción de energía eléctrica

El pasado viernes 14 de septiembre el consejero de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, comparecía en la rueda de prensa del Consejo de Ministros para explicar a los medios de comunicación la batería de tributos energéticos aprobados, articulados en un proyecto de ley que persigue taponar el déficit eléctrico y espera recaudar un total de 2.943 millones de euros.
Se trata de un tributo estatal que grava un 6% por MG/h la producción de energía eléctrica, teniendo en cuenta los ingresos percibidos por la energía vendida. Es un impuesto único para todas las tecnologías de generación eléctrica con el que, según las previsiones del Gobierno se recaudarán 1.259 millones de euros.
De forma paralela, el Ejecutivo Central aprobó otra batería de impuestos que gravan la generación de residuos nucleares: 2.190€/kg de metal pesado (269 millones de recaudación); canon del 22% a la energía hidroeléctrica sobre la utilización de aguas continentales para la producción de energía eléctrica (304 millones en tres años); impuesto especial al gas: 2,79 céntimos/metro cúbico (804 millones); céntimo verde al carbón: 14,97€/tonelada (268 millones); y céntimo verde al combustible: 12€/tonelada para el fuel-oil y 29,15€/1.000 litros de gasóleo (38 millones de recaudación esperada).
El Proyecto de Ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética trata de hacer frente al problema del déficit tarifario, que a diciembre de 2011 alcanzaba los veinticuatro mil millones de euros.
Aún se desconoce si este tributo tendrá consecuencias para el consumidor final de luz y gas. Lo que sí está claro es que el nuevo tributo no agrada ni a eléctricas ni a empresas renovables, que aunque han respirado tranquilas tras conocer los nuevos porcentajes tributarios de la reforma energética (la eólica esperaba un impuesto del 11%), no aplauden la decisión de gravar la generación de electricidad a través de energías limpias.