El buque insignia de la organización ecologista ‘Greenpeace’, el legendario ‘Rainbow Warrior’, surca con fuerza los mares de Asia

    Guiado por un pequeño junco como los que utilizaban los pescadores de la antigua China, el buque arribó el pasado día 9 hasta este rincón de Oriente para llamar la atención sobre el fenómeno que está poniendo en peligro la propia supervivencia del mundo: el cambio climático.



    En Asia, sus consecuencias están siendo dramáticas y teniendo efectos económicos indescriptibles.



    Las inundaciones que sufrió China en el año 2003 acabaron con más de siete millones de hectáreas de terreno cultivable, costaron 30.000 millones de dólares y provocaron más de tres millones de desplazados.



    Mientras, Tailandia, Filipinas y los pueblos que viven a orillas del río Mekong han visto cambiar sus formas de vida en poco tiempo, afectados por fenómenos como la sequía.



    Ante este desolador panorama, la llegada del ‘Rainbow Warrior’ representa un motivo de esperanza.



    En el rostro de su capitán, el argentino Daniel Rizzotti, antiguo oficial de la Armada de su país y ex navegante de la marina mercante, para la que paradójicamente conducía petroleros y transportaba productos químicos, se observa toda la fuerza de quien lucha por algo en lo que cree y ni un síntoma de derrota.



    Rizzotti acaba de recibir una sentencia firme de prisión en España, donde fue acusado de desobediencia y resistencia grave tras bloquear la base naval de Rota (en el sur de España) en los días de la guerra de Irak, cuando estaba anclada allí parte de la flota estadounidense.



    ‘Somos permanentemente observados, tanto por la gente como por las autoridades, y no tenemos absolutamente ningún miedo, porque nuestro compromiso es con la Tierra’, dijo Rizzotti a EFE.



    El barco es un símbolo de paz y de futuro y un emblema difícil de hundir, algo que ya intentaron los servicios de inteligencia franceses hace exactamente 20 años, cuando abrieron con una bomba el casco del primer ‘Rainbow Warrior’, que estaba anclado en el puerto de Auckland (Nueva Zelanda).



    Desde entonces, este segundo ‘Guerrero del Arco iris’ ha luchado sin cesar para desenmascarar a quienes cometen crímenes ecológicos.



    En total, la organización cuenta con tres navíos que, de forma permanente, surcan los mares con el objetivo de atraer la mayor atención posible hacia los principales problemas ambientales.



    ‘Ser el capitán del ‘Rainbow Warrior’ es una gran responsabilidad, porque más que ser el capitán de un barco te toca ser el capitán de un mito’, afirma Rizzotti mientras admira la belleza de Hong Kong desde el muelle.



    El velero, de tres palos y que navega bajo pabellón holandés, permanecerá hasta el día 23 en el puerto de Victoria, el más importante del mundo por su volumen de actividad comercial.



    El barco y la quincena de tripulantes que lleva a bordo comenzará una nueva singladura que les llevará a Filipinas y a Tailandia durante diez semanas.



    En ese tiempo intentarán promover el uso de energías limpias como alternativa al uso de combustibles fósiles.



    Como declaró a EFE Robin Oakley, uno de los ‘gurús’ de la energía eólica con los que cuenta Greenpeace China, ‘los países en desarrollo se encuentran ante una terrible amenaza y una gran oportunidad al mismo tiempo, y pueden elegir crecer y desarrollarse gracias a las energías renovables’.



    ‘Ciudades que viven a la orilla del mar, como Hong Kong y Shanghai, son las que pueden resultar más afectadas por un incremento en el nivel de las aguas’, señaló.



    El barco es un ejemplo de que las tecnologías respetuosas con el medio ambiente pueden poner en movimiento algo más que un sueño.



    El buque utiliza paneles solares para conseguir agua caliente, se sirve de un motor especial que aprovecha la energía del aire para ahorrar combustible y cuenta con un sistema de reciclaje que permite mantener las máquinas en marcha.



    ‘Lo que transportamos son un montón de voluntades y, sobre todo, la voluntad de tener un planeta mejor’, subraya el capitán, que se despide con una sonrisa amable mientras el bote se aleja del ‘Rainbow Warrior’.



  • Fecha de la noticia: 2005-10-14
  • Fuente: Apecyl
  • Ambito: Internacional
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