Las renovables cubren el 30% de la demanda eléctrica hasta abril

Las claves de este frenético ascenso de la cobertura de energías verdes -en 2008 por estas fechas sólo cubrían un 20% de la demanda- se encuentra en parte en los temporales que han azotado la Península en estos cuatro meses. Las fuertes lluvias registradas en el primer cuarto del año llevaron a que las reservas de agua de los embalses con aprovechamiento hidroeléctrico se situaran en el 53,4% de su capacidad el pasado marzo, 17 puntos porcentuales más respecto al año anterior; y al 54,5% en abril, siete puntos más respecto a 2008. Ello llevó a que la energía hidráulica producible se situara en 2.690 GWh en el mes de marzo, contrastando con los apenas 1.167 GWh de 2008.

Además, el temporal de viento ha repercutido de manera muy positiva en la producción de energía eólica, como plasma el hecho de que, sin ir más lejos, el pasado 5 de marzo se alcanzara a las 11:09 horas un nuevo récord de potencia instantánea: 11.203MW. Un dato que supone que la energía eólica estaba generando en ese momento el 29,5% de la electricidad demandada en el país.

Pese a todo, los buenos datos de cobertura eléctrica por parte de las renovables deben ser tomados con cautela. No hay que olvidar que el hecho de que la demanda haya caído en torno a un 10% este año ha maquillado bastante los números. Asimismo, con la inminente entrada de los meses de verano llegarán las vacas flacas para la producción de energía eólica e hidráulica. En su lugar la solar cobrará protagonismo, de la que se espera que en días de buen tiempo en toda la Península sea capaz de producir el 5% de la demanda eléctrica total. La temporada estival será la prueba de fuego para un sector al que el Gobierno cerró el grifo de las subvenciones el pasado año.

Pese a que la cobertura de las energías renovables sobre la demanda total eléctrica se sitúa en cifras históricas, las sensaciones en el sector no son tan positivas como cabría esperar. Y es que el nuevo Decreto aprobado por el Gobierno para la concesión de las ayudas económicas del Ministerio de Industria con las que los inversores ya contaban a priori, no ha sentado nada bien. Según el decreto, todas las compañías receptoras de subvenciones deberán inscribirse en un registro especial en el plazo de un mes. Un tiempo más que reducido para contar con todos los requisitos que impone el Gobierno para dar luz verde a la inscripción: los empresarios deben contar con la mitad del montante económico total del proyecto o la mitad de los equipamientos.

El nuevo decreto es sólo el primer capítulo de la reforma a la que el sector se enfrentará en el próximo año. La actual legislación para las subvenciones eólicas se rige por el Real Decreto 661/2007, que establece que una vez alcanzado el 85% de la instalación-objetivo de 20.000 MW debería revisarse el sistema de ayudas. Ahora, cuando las asociaciones prevén llegar en cuestión de meses a esa cifra, Industria quiere contar con un registro de la actividad de todas las compañías que operan en el país. En el horizonte habrá un más que probable recorte de subvenciones que podría plantearse a lo largo de este año, aunque algunas empresas lo sufrirán en cuestión de semanas.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, advirtió recientemente a las empresas de que aquellas que no se inscribieran en el registro de Industria “quedarían en un limbo”, con un régimen económico diferente a las que sí lo hagan. Aún no se conocen las condiciones de ese limbo del que habla el ministro, pero parece evidente que supondrá una reducción notable de ayudas.