El presidente de Renault España considera que el coche eléctrico es prioritario para rebajar la factura energética

El presidente director general de Renault España, Jean Pierre Laurent, ha defendido que la implantación del coche eléctrico debe ser una ‘prioridad nacional’, para poder hacer frente a la factura energética antes de la más que probable apreciación del dólar, la subida del precio del barril de petróleo y el alza de los tipos de interés para un país «endeudado».

«La suma de estas tres cosas supone que dentro de cinco años no sé dónde va a encontrar dinero España para financiar la factura del petróleo, por lo tanto es una prioridad nacional cambiar cuanto antes a energías alternativas, por supuesto renovables, que es donde tiene una ventaja competitiva respecto a otros países, lo que significa entrar más rápidamente en coches eléctricos», dijo.

Laurent recalcó en ‘Los Desayunos de la agencia Ical’ que con una factura energética anual de 85.000 millones de euros como la de España, por cada diez dólares que sube el precio del petróleo, España debe incrementar sus pagos en 7.300 millones, «que es el equivalente a todo el presupuesto de I+D+i del conjunto nacional en un año».

En este sentido, planteó que el Gobierno podría poner «perfectamente» 7.000 millones de euros para fomentar el vehículo eléctrico, lo que supone «simplemente hacer frente a una subida de diez dólares del barril de petróleo», una inversión que retornará «seguro en dos o tres años».

«El problema es que dos o tres años es un periodo largo para un político en la situación actual», dijo, aunque afirmó que «el futuro para la próxima década se va a jugar antes de 2011 y mucho antes de las elecciones generales de 2012».

Por ello, abogó por un acuerdo entre los grandes partidos y entre las autonomías para que «dejen de pelearse» y «sigan el ejemplo de Renault, que ha enseñado un modelo de trabajo alternativo en una situación de crisis».

En este sentido, concretó que todo deberá estar definido antes de abril de 2010, porque en ese mes hay una reunión «clave» en la Comisión Europea para decidir el marco global del vehículo eléctrico.

El responsable de la compañía automovilística repasó los aspectos fundamentales que deberá definir el plan que se presentará en marzo sobre la infraestructura necesaria para la extensión del coche eléctrico por España y mantuvo que el principal reto es generar una infraestructura eficaz, válida para toda en España.

Al respecto, criticó que el Plan Movele, que se desarrolla en varias autonomías, no especifica qué tipo de enchufes se instalarán para la carga e intercambio de información, por lo que, podría suceder, que en cada región fuesen distintos, lo que puede ser «un follón», dijo.

Laurent manifestó que los fabricantes de todas las marcas están homologando la toma para que sea la misma en todos los vehículos, y advirtió de que el enchufe del poste, por lo menos, tiene que ser homologado a nivel nacional. En este punto, recomendó al Gobierno que establezca el mismo que están pactando en la actualidad Francia y Alemania, lo que permitiría también el movimiento de turistas de estos países hacia España.

Jean Pierre Laurent también reseñó que es preciso definir el sistema de intercambio de información entre el servidor y el sistema informático inteligente del coche, con un código homologado que permita la identificación del país, del vehículo, del propietario, la cuenta bancaria, etcétera y que, por lo menos, debe ser reconocible en toda España, dijo.
El presidente del Renault explicó asimismo que a través de esta conexión se podrán ofrecer múltiples servicios, por lo que «hay mucha gente interesada con el coche eléctrico».

Laurent también constató la necesidad de que se definan los lugares de instalación de postes de recarga y qué espacio es obligatorio como mínimo para estos vehículos. Al respecto, aclaró que es preciso modificar la ley de propiedad horizontal para su implantación en zonas comunes de edificios; así como definir los espacios públicos reservados para los mismos, sobre todo en los aparcamientos de estaciones de ferrocarril y en los aeropuertos; así como en algunos sitios en la calle, con un parking verde, sin que se pague la hora.